Alejandro lleva desde el septiembre pasado dirigiendo un grupo de investigación en el laboratorio en el que trabaja. Cuando se lo comunicaron le entraron dudas sobre si sabría desempeñar esta nueva responsabilidad tal y como se esperaba de él. Ser un líder pasa por ser un ejemplo para los componentes del equipo. El responsable de un equipo de trabajo debe tener claro quién es y cuáles son las tareas de cada uno. No se trata que él haga todo si no que sepa delegar y entre todos salga el trabajo.
Es muy importante saber fijar objetivos y retos de una forma consciente y acorde a la realidad de cada uno y las circunstancias. Para ello, nada mejor que la comunicación. Alejandro lo sabía y así fue desde el primer día con sus reuniones semanales y su constante relación diaria.
Algo que a nuestro amigo le preocupaba era si sabría cómo gestionar el trabajo en equipo. Hasta este momento él había sido siempre parte de un grupo pero nunca como responsable. La cuestión es hacer que todo sea lo más productivo posible. El buen trato y el ambiente cómodo de trabajo es sinónimo de desempeñar las tareas de cada uno de manera más relajada y por lo tanto con más triunfo en la consecución de objetivos marcados.
Sabía que habría periodos en los que el estrés haría mella en sus colaboradores y que esto podría distorsionar el ambiente y hacer que no se cumpliesen los planes por lo que habría que estar muy atento a cada uno de los componentes para hacer frente a situaciones complicadas todos juntos.
Por lo tanto, saber motivar al equipo, cuidando de ellos y preocupándose de sus necesidades logrará que creemos un buen ambiente de trabajo. Alejandro en aquella reunión inicial lo dejó claro. No solo era cuestión de cumplir objetivos si no de ser más productivos.
Los empleados deben sentirse parte activa de la empresa. La motivación hará que estos se sientan más valorados y se comprometan más con ella. Es una fórmula muy utilizada para retener el talento.
Alejandro tiene días mejores y días peores. Pero eso sabe que es así, lo importante es no perder la confianza en él y en su equipo y eso no ha pasado. Sus compañeros lo saben y lo sienten y el ritmo de trabajo incluso va más rápido.
Fuente: rrhhdigital.com
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